9 de febrero de 2012

Capitulo 6. "No había risas, ni si quiera una sonrisa"


Toqué a la puerta de mi casa, tardaron un poco en abrir. Pasamos y subí las escaleras como pude. En esos momentos echaba de menos a Harry. Que, desde ayer, me había ayudado a subir y bajar las escaleras. Lola me siguió en silencio, llegamos hasta mi cuarto y dejó sus cosas encima de mi cama.
Mi cuarto era, más bien, espacioso. Tenía las paredes lilas, aunque casi no se veían por culpa de todos los posters de los chicos. Al entrar en la parte izquierda estaba mi cama, era doble. Era la antigua cama de mis padres, ellos se habían comprado otra y ya que la iban a tirar pues les dije que me la dejaran. En frente de la cama, pegado a la pared, había un escritorio de madera. Encima del escritorio tenía algunos libros, mi portátil blanco y un marco de fotos vacío. Un día lo compré por que me pareció bonito. El marco era azul y a un lado había dos muñequitos en un columpio sentados, cogidos de la mano. En el escritorio también había una lámpara para esos días que te tienes que quedar a estudiar hasta las tantas de la noche y solo necesitas una pequeña luz para que no se te cierren los ojos del todo.
En cambio, al otro lado de la habitación no había gran cosa. Tenía mi armario, no era demasiado grande, pero yo tampoco es que usara mucha ropa así que con eso me bastaba. Pero, aparte de todo eso, lo que más destacaba de mi habitación era, sin duda, la foto gigante de Harry que me habían regalado mis padres por reyes el año pasado. Era de estatura real, antes no estaba segura de si era así, por que no lo había visto en persona, pero ahora me sabía cada milímetro de su cuerpo y, por supuesto, sabía que esa medida era real.
Lola se sentó en la cama y, sin hablar, se puso a mirar todos los posters que había. Uno por uno, localizando alguno de su amado. Yo, en cambio, me dirigí hacía la foto gigantesca de Harry. Estiré mi mano y toqué la suya, la del poster.
El poster era una foto en la que Harry estaba vestido típico de un concierto o de una gala. Tenía esos rulos tan impresionantes y esa sonrisa tan increíble. Una mano la tenía metida en el bolsillo y otra, estaba como estirándola, esperando a que se la cogiese. Estaba de pie.
Ahora lo único que podía hacer era desear estar a su lado.
-Yo no sé que voy a hacer ahora –dije.
-Ni yo…
-Hoy es domingo, hemos pasado un fin de semana estupendo, pero mañana tendremos que ir a clase, a no ser que nos de un chungo o algo.
-Ya lo sé, María. Pero no podemos hacer nada..
-Son las 4 de la tarde, ¿Qué podemos hacer? –dije cambiando de tema.
-¿Vamos a dar una vuelta?
-Vale. Además tengo que imprimir unas fotos, las del Meet&Greet y demás.
-Vamos –me contestó sonriente.
Bajamos las escaleras y, como siempre, le pedí a mi madre dinero para imprimir las fotografías.
Aunque primero me preguntó que cómo me había echo lo del tobillo. Le dije que por la noche había bajado a beber agua y que me había tropezado por las escaleras, pero que no me había dolido mucho. No le mentí del todo, al fin y al cabo me había tropezado con algo ¿No? Ella me creyó.
Nos dio el dinero, cogí mi bolso. Que en este caso lo llevaría Lola ya que yo no podía. Y metí mi móvil, el dinero y el pendrive con las fotografías guardadas para poder sacarlas directamente de ahí.
Lola me abrió la puerta y salimos de la casa. Íbamos caminando lento, ya que yo iba con muletas y, por supuesto, no iba a correr. Pensamos en donde quedaría la tienda para fotocopiar las fotos. Pero no supimos donde podría estar. Así que nos acercamos a una tienda de revistas, periódicos y demás. Entramos y le preguntamos al dependiente que donde podría haber una tienda de esas. Nos dijo que a una manzana de aquí la encontraríamos. Le dimos las gracias y salimos de la tienda. Nos pasamos un poco más de cinco minutos buscando la maldita tienda. Hasta que al doblar una esquina apareció. Entramos y, gracias a dios, no había mucha gente. Había una señora y, supongo, que la chica que había a su lado sería su hija, y además un hombre más en otro lado de la tienda. Le dije a la dependienta lo que quería y seleccione las fotos para imprimir. Minutos más tarde ya las tenía en mis manos. Decidí que la de yo y Harry la podría hacer en un poco más grande. Tan solo costaba cinco euros. Al igual que la de Lola con Niall. Así que esas dos fotos las hice en grande. Llevaba veinte euros, me sobraba.
Al poco rato de estar allí me di cuenta de que la chica que iba con la mujer nos estaba mirando. Bueno, me estaba mirando a mí. La miré y le sonreí. Ella en cambio giró la cara. ¿Qué pasó? Ni que le hubiera echo nada malo. Me volvió a mirar al minuto. ¿Qué quería?
-¿Qué quieres? –dije acercándome.
-¿Yo? Un autógrafo.
-¿Qué?
-Es broma –rió- Me suenas, te vi en Twitter esta mañana. En el Twitter de Lou.
-¿eres Directioner?
-Pocas ahí por aquí –dijo ella.
-Es verdad, no he visto a muchas –contestó Lola metiéndose.
-¿Qué tal os fue ayer con los chicos? ojala hubiera tenido vuestra suerte.
-Nos fue genial –dijimos Lola y yo a la vez.
-Lo suponía –Sonrió- ¿Cómo es dormir con Harry, maría?
-¿Cómo sabes mi nombre? –Dije extrañada- Ah, Louis ha tenido que poner algo en twitter. Entiendo. –Ahora ya sabía a lo que se refería Harry- Pues no sé, es normal.
-Supongo. –Dijo la chica acabando la conversación- Bueno, me tengo que ir, encantada de conoceros. Adiós.
-Adiós –Dijimos las dos.
La chica salió de la tienda con su madre. Seguidamente salimos nosotras.
Fuimos a un parque que había cerca de mi casa, estaba solitario, pero así sería mejor. No queríamos que nos molestaran, y menos hoy. Nos estábamos ni muy felices ni muy tristes. Simplemente creo que no sentíamos nada.
No había risas.
Ni siquiera una sonrisa. Solo silencios, un tanto incómodos.
(Contado por Liam)
Hace media hora que comenzamos el vuelo. Zayn está dormido en mi hombro, creo que ya se me está durmiendo el brazo. Louis no para de despertar a Harry, se aburre mucho, pero Harry solo quiere dormir, no tiene ganas de estar despierto. Al igual que Niall. Había estado en silencio desde que nos montamos al avión, bueno, incluso antes, cuando nos despedimos de las chicas. Creo que las echaban de menos.
Me acomodé y puse mi cabeza sobre la de Zayn. Intentaba dormirme. Tardé unos pocos minutos hasta que me quedé totalmente dormido.
Noté que alguien me tocaba el brazo. Era Zayn.
-¿Qué quieres?
-¿Te importa si pasan dos amigas mías que conocí en el aeropuerto? Es que les dije que podían venir cuando quisieran. –me contestó.
-Como quieras, Zayn.
Él se levantó del asiento y se fue a recogerlas a la puerta que había desde primera y segunda clase. Al minuto o así volvió con las dos chicas.
Una era alta, de la estatura de Zayn, pelo rubio, liso, con los ojos azules. Era bastante flaca. Llevaba un pantalón pitillo marrón y una camisa blanca metida por dentro en la que ponía “Love” en color rojo y unas manoletinas marrones. En cambio, la otra chica era un poco más baja que Zayn, tenía el pelo castaño y ondulado, con un pequeño flequillo de lado que le hacía bastante guapa. Tenía los ojos marrones y, no era ni flaca ni gorda, era normal. Llevaba un pantalón negro corto que tenía estampado la bandera de UK y una camisa a juego, llevaba unas converse negras. Eran inglesas, se les notaba.
Zayn las llevó hasta donde estabamos nosotros. Louis se levantó a saludarlas, al igual que yo. Pero primero me fui hacía Niall para avisarle de que habían unas chicas, que las saludara. Él se levantó. Decidí dejar a Harry durmiendo, no le veía muy bien, prefería que se despertara por si solo.
-Hola chicas –dijeron Louis y Niall.
-¡Hola! –dijeron las dos a la vez.
-Esta es Sophie –dijo Zayn señalando a la chica de pelo castaño- Y esta Fer –dijo señalando a la chica rubia- Las conocí en el aeropuerto.
-Encantada de conoceros –dijo Sophie- siempre soñé con este día.
-Y yo –dijo Fer- somos gran fans vuestras –dijo sonriente.
-Gracias –contestamos todos.
-Oye, ¿no falta uno? –dijo Fer dándose cuenta de que Harry no estaba. Seguramente fuese su preferido.
-Está durmiendo, está un poco cansado. –contesté rápidamente.
-Es por una chica –Dijo Louis jodiendo todo. Le di un codazo.
-¿Tiene novia? –se preocupó Fer.
-No lo sabemos, todavía no –dijimos todos, sin seguridad.
-Todavía… -volvió a contestar la chica.
-Bueno –dijo Louis- ¡¿Queréis que nos saquemos fotos?!
-¡Vale! –Gritaron.
Ui, perdón Harry. –Soltó Fer de repente.
Nos empezamos a sacar fotos y demás, estuvimos como media hora o así hasta que las chicas se tuvieron que ir a sus asientos debido a que no podían estar tanto tiempo con nosotros. Ya el guardaespaldas les había advertido antes, pero Louis y yo le convencimos de que se quedaran un poco más. Nos habían caído bien y una de ella vivía cerca de nuestra casa, quizá algún día podamos quedar, cuando vengan María y Lola. Si vienen, que conociendo a Niall se gasta lo que sea para que vengan y verlas, aunque no me extraña.
Me acordé de cuando empecé a salir con Danielle, yo era igual que él, solo quería estar con ella, pero tampoco se podía por que ambos estábamos trabajando, ahora sacamos tiempo de donde podemos para vernos, estar juntos y pasa un buen rato. Pensé en llamar a Danielle nada más llegar para ver si estaba libre esta semana. La echaba de menos.
Pasamos todo el resto del viaje tranquilo. Según el piloto del avión, íbamos a aterrizar dentro de unos minutos en la pista. A mitad del viaje Harry seguía dormido y no había hablado en todo lo que llevábamos de vuelo. Era rarísimo así que Louis se levantó y le preguntó que si estaba bien. Harry le contestó que le dolía mucho la cabeza y que quería dormir. Louis le tocó la frente y lo notó caliente, entonces se fue a preguntarle a una de las azafatas que si tenían un termómetro para medirle la temperatura a Harry. Al poco rato vino con uno en la mano. “Menos mal” pensé. Louis le puso el termómetro a Harry y esperamos un minuto. Cuando pitó Louis lo cogió y miro lo que ponía.
-Vaya, tiene fiebre. –dijo.
-¿Cuánta? –contestó Harry casi sin voz.
-Treinta y ocho con cinco.
-Mierda –dije- Harry, mejor que descanses. Dentro de una semana tenemos un concierto y como no te recuperes la cagamos.
-Ya –dijo Harry-. Mejor me duermo…
-Harry mantente despierto hasta que aterricemos, ya no queda nada –le dijo Louis-. Cuando lleguemos ha casa duermes.
-Vale…
Íbamos a aterrizar, nos sentamos cada uno en nuestros asientos y nos abrochamos los cinturones. El avión empezó a descender. Zayn me cogió de la mano, ya que le daban un poco de miedo los aterrizajes. Y en tres minutos ya estábamos en tierra. Nos volvimos a desabrochar los cinturones y cogimos todo nuestro equipaje. Le pedí a uno de los guardaespaldas de la puerta que se centraran más en Harry ya que estaba malo.
Bajamos del avión por unas escaleras que salían desde los asientos de primera clase y vi que Zayn miraba a las dos chicas y les despedía con la mano. Estas estaban bajando por la otra escalera, la de segunda clase. Al poco rato tampoco las veíamos.
Entramos por una puerta y nos llevaron hacía el garaje. No teníamos que pasar a recoger las maletas por que no llevábamos maletas, solo una de mano cada uno. Ya que solo habíamos ido a pasar tres días a España y no necesitábamos demasiado.
Llegamos hacía nuestro lado del aparcamiento donde había un coche esperándonos. Metimos las pequeñas maletas en el maletero y nos subimos en él. El aeropuerto no estaba tan lejos de nuestra casa así que solo tardamos media hora en llegar. Al llegar nos bajamos del coche, sacamos las maletas y entramos. Estaba todo como desde hace tres días antes. Todo limpio, aunque dudaba que siguiera así por mucho tiempo. Habían llegado Louis y Zayn, los desordenes, aunque Harry también podría ser uno de ellos perfectamente, él lo único que hizo es subir las escaleras de la casa e irse para su habitación. Abrió la puerta y la cerró de un portazo. Me imagino que se iría a dormir. Yo y Niall entramos en la cocina mientras Zayn y Louis subían las cosas a las habitaciones. Fuimos preparando una merienda con refrescos y pizza precocinada, Niall no tenía ganas de esperar a que el de la pizzería viniese ni a hacer una él por si solo así que elegimos eso.
Mientras que se hacía la pizza nosotros subimos a cambiarnos y a ponernos cómodos ya que hoy teníamos el día libre. Cuando terminamos y sonó la alarma del horno bajamos los cuatro, sin Harry ya que estaba durmiendo, y empezamos a comernos las pizzas en la mesa de la cocina. Louis cogió un trozo pequeño de pizza y, de ese mismo trozo, cogió una pequeña loncha de jamón y se la lanzo hacia Zayn. Éste la esquivó y, como siempre, comenzó la guerra. Zayn empezó a tirarle cachos de pizza a Louis, y después se metió Niall debido a que le calló un cacho de pizza en su pelo. Niall cogió la botella de agua que había encima de la encimera y la abrió. Empezó a tirarles agua. Yo me intentaba mantener alejado, pero, al fin y al cabo, acabaría igual que ellos. Así que, ¿por qué no divertirse un poco? Le quité la botella de agua a Niall y empecé a mojarlos. Aquello era un espectáculo de verdad. Trozos de pizza por los muebles, por el suelo, por la mesa. Agua y refrescos desparramados por el suelo y por toda nuestra ropa.
Al terminar aquel estropicio que armamos lo tuvimos que empezar a recoger.
-¿Qué pasó aquí? –Dijo Harry entrando por la cocina-. Parece que ha venido un tornado…
-Pelea de comida –le contestó Zayn- te la perdiste, hermano.
-Bueno, yo venía a por agua solamente –Sonrió con muy pocas ganas- ahora me voy a dormir de nuevo, este dolor de cabeza no se me quita…
-Mejor que descanses –Dijo Louis-. Nosotros tenemos que recoger todo esto.
-Vale… -Dijo él.
Entró en la cocina y se llevó una botella del tiempo que había dentro de un armario. Nosotros seguimos recogiendo el estropicio, y cuando por fin terminamos subimos a las habitaciones. Era domingo y ya se había echo tarde. Pensábamos bañarnos y ponernos cómodos para después sentarnos todos en el salón y ver la tele un rato o ver alguna película comiendo palomitas y chucherías. Nos pusimos de acuerdo y dentro de media hora nos veríamos todos en el salón, y Harry si quería.
Cuando terminé de ducharme pasé por la habitación de Harry y le dije que se bajase abajo con nosotros a ver una película un rato hasta que le entrara sueño de nuevo. Él acepto y bajó conmigo. Una vez preparados y con todo lo necesario para ver películas, empezamos a ver la favorita de Harry; Love Actually.
De repente sonó su móvil, era un mensaje.

Capitulo 5. "Lo que es el amor"


(Contado por María)
Estaba profundamente dormida cuando noté que alguien me estaba zarandeando suavemente, diciendo mi nombre. Entreabrí los ojos y solté una especie de “¿Si?” En español. Volvió a decir mi nombre. Abrí los ojos más y me di cuenta de que era Harry.
-¿Qué quieres? –dije con una voz un tanto rara debido a que me acababa de despertar.
-Desayunar –dijo riéndose- son las 10.
-Dios, lo siento… me hubieras levantado antes…
-No, si yo me acabo de despertar también –rió- lo que pasa es que tengo hambre y no sé donde está la llave de la puerta.
-Está en el cajón de esa mesilla –dije señalando la pequeña mesilla que había a su lado- vamos para abajo y te preparo el desayuno. Él se levantó de la cama y cogió la llave, seguidamente, abrió la puerta.
-Vamos ¿no?
-Harry, me duele el tobillo. ¿no te acuerdas?
-¡Oh, perdón! No me acordaba, espera que te coja. –dijo riéndose.
-Harry, estas en boxers…
-¿Y? –dijo poniéndose de espaldas para que saltara encima de él.
-Vale. –me subí.
Bajamos lentamente ya que yo pesaba un poco y no quería que nos cayéramos. Al llegar al primer piso le dije a Harry que buscara unas muletas en el trastero. Abrió una puerta y entró, al minuto salió con dos muletas. Me las dio y yo me pude levantar e ir a la cocina junto a él para preparar el desayuno.
-¿Desayuno español o inglés?
-Algo de aquí –rió- Señorita –Esto lo dijo en español. “Señorita, señorita, señorita” esa palabra se empezó a repetir en mi cabeza. Harry. Español. Su acento. Dios.
-¿Qué? Repítelo.
-¿El qué? ¿Señorita? –Lo volvió a decir en español. Me encantaba. Me empecé a reír.
-Me encanta, en serio –solté una carcajada- Pues cereales con leche, de toda la vida. ¿No? –reí.
-Lo que tú quieras.
Cogí dos bols de la estantería y los puse encima de la encimera. Saqué los cereales con chocolate del mueble y le pedí a Harry que sacara la leche de una parte alta a la que yo no llegaba. Eché leche en los bols y los metí en el microondas, esperé unos segundos y los saqué, seguidamente eché los cereales.
Cógelos- le dije a Harry, ya que yo no podía.
Él cogió los bols y salió de la cocina, yo iba detrás de él. Los puso encima de la mesa del salón y separó mi silla de la mesa para que me sentase. Después se sentó él en la silla de enfrente. Empezamos a comer, ambos nos echamos más cereales en el plato. Hasta que nos cansamos y Harry llevó los platos al fregadero. Mientras que él venía me senté en el sofá.
-Voy a arriba a coger mi móvil, ¿te bajo el tuyo?
-Si, por favor. –sonreí.
Él subió al cuarto y bajó dos o tres minutos después. Pensé que había tardado por que no encontraba mi móvil. Cuando bajó se sentó a mi lado en el sofá.
-Bonito fondo de pantalla –dijo riéndose- ¿Quién es esa chica? ¿Y el chico? Se ven bien juntos.
-¡Has mirado mi fondo de pantalla! –reí- somos tú y yo, tonto. Ayer, ¿no te acuerdas? En el coche.
-Ya lo sé, María, ya lo sé. –Soltó una carcajada-. Tampoco soy tonto –rió.
-¿No? ¡Lo parecías! –Me dio un toque con su codo en mi brazo-. ¡Era broma! ¿Cómo vas a ser tonto tú? Eres lo más perfecto que hay. –Me besó rápido.
-tú.
Cogimos los móviles y él se conectó al Twitter, yo, en cambio, primero me conecté al Tuenti. Tenía más de 10 mensajes de mis “amigas” Directioners. Bueno, se creían Directioners pero no llegan ni a Directionators.
-María, Louis. Lo mato.
-¿Qué pasó con Louis? ¿Qué hizo ahora?
-Mira –Me enseñó su Blackberry. En su Twitter había una foto de nosotros dos pegados. Durmiendo- Siempre es el mismo…
-Bueno, no pasa nada –dije riéndome- ¿no?
-Ya, pero ahora será peor para ti, por que estabas durmiendo a mi lado y, ahora, se empezaran a inventar cosas. –bajó la cabeza- cosas malas, cosas que no son.
-Harry, nada de lo que se inventen será verdad, somos… solo amigos… ¿no?
-Ya… -se quedó callado por un momento- solo amigos… será lo mejor para ti…
-Necesito ir al baño un momento –se me quebró la voz.
Me levanté del sofá rápido. No me acordaba que tenía el pie torcido. No pude mantenerme en pie. Harry rápidamente se levantó y me cogió como pudo. Me cogió en peso y, seguidamente, me sentó en el sofá de nuevo, sentándose él a mi lado.
-Es que es imposible…
-¿Qué es imposible? –dije mirándole.
-Me gusta protegerte, tenerte a mi lado… estar contigo…
-Harry no me digas eso…
-Soy directo... lo siento... a lo mejor interpreté todo mal… a lo mejor voy demasiado rápido…a lo mejor…
No le dejé terminar.
Él y yo.
Uno.
(Contado por Zayn)
Al terminar de comer, todos nos fuimos a recoger las maletas de la habitación. Era casi la hora de irnos. No estábamos para nada nerviosos, aunque Niall si lo estaba. No paraba de decirle a Lola que si lo iba a llamar y, sobretodo, que si algún día iría a visitarnos. Ya que, como Lola nos había contado ayer, María se iba a mudar. Estábamos casi en verano, no quedaban más que unas semanas. Dos, para ser exactos. En el verano tendríamos vacaciones, o por lo menos descansaríamos más. Supongo que Niall querría que pasaran con nosotros el verano. Reí para mis adentros. “Lo que es el amor” pensé.
Bajamos por el ascensor del hotel con todo. Salimos por la puerta, habían fans, pero los guardaespaldas consiguieron que pudiésemos salir de allí con vida. Un guardaespaldas iba con Lola y Niall todo el rato, ya que las fans le podrían hacer cualquier cosa a la chica. Por celos, supongo. Se me pasó una pregunta por la cabeza ¿Ellos dos estaban saliendo? Bueno, ya tendré tiempo de preguntárselo a Niall.
Entramos en el coche y, como siempre, ya teníamos los sitios cogidos. Aunque quedaba uno libre. El de Harry, ¿Cómo le iría? Buf, a saber.
Me pasé callado todo el camino, pensando en mis cosas. Más bien amor, todos los del grupo ya tenían novia, o casi. ¿Y yo? Saqué un pequeño espejo de mi mochila y me miré en él. “Eres precioso, Zayn, ya encontrarás a alguien”. Volví a guardar el espejo y me puse a mirar por la ventana. El viaje en coche se me pasó más bien volando.
Al llegar al aeropuerto nos pasó lo mismo. Vinieron dos o tres guardias de seguridad y pusieron orden con las fans. Era agotador, pero me gustaba.
Salimos del coche y entramos en el aeropuerto. Fuimos a chequear las maletas y a poner todos lo papeles en orden. Rato después llegaron Harry y María. Nosotros habíamos tenido que recoger toda la ropa de Harry y demás, ya que él no estaba. Llevaba la misma ropa de ayer. Yo me había encargado de coger y meter ropa para hoy en una bolsa para ahora cuando llegase, fuese al baño y se la pusiera.
-Toma Harry –dije- Es ropa, para que te la pongas ahora.
-Gracias Zayn –Sonrió y miró a María, maría asintió- Ahora vuelvo, vamos.
Ella acompañó a Harry. Desaparecieron entré la multitud de personas que había. Preferí pensar que era para que Harry no fuese solo en vez de pensar algo peor.
Estuvimos esperándolos durante un buen rato hasta que decidieron aparecer. Venían los dos sonrientes, pero a la vez se les notaba mal. Aunque, la verdad, no sabía ni que pensar. Hoy no tenía ganas de nada.
-¿Vamos ya…? –dijo Niall.
-Si, tenemos que embarcar ya –contestó Liam.
-Pues vamos ya, por favor, antes de que sea peor –dijo Niall de nuevo.
Empezamos a caminar hacía la puerta de embarque. Cuando llegamos las chicas se despidieron de nosotros uno a uno. Le tocó el turno de Lola con Niall. Que cómico. Se abrazaron y, en serio, parecía eterno. Louis tuvo que darle un codazo en la espalda a Niall para que soltara a Lola. Después tocó el turno de Harry y María. Éste fue más romántico. No lo vio nadie, excepto yo. Se apartaron más de la gente. María cogió de la mano a Harry y le abrazó fuerte. Lloró. Harry se dio cuenta y secó las lágrimas con sus dedos. Seguidamente María besó rápido a Harry y miró hacía los lados. Harry rió y vinieron hacía donde estábamos, yo disimulé y miré para los otros chicos. Después entramos por la puerta de embarque. Todos miramos para atrás despidiéndonos de ellas. Acto seguido, ya no las veíamos. No las veríamos dentro de unas semanas, o incluso meses. Quien sabe.
Estuvimos esperando unos diez minutos esperando para subir a primera clase.
-GET OUT OFF MY KITCHEN! –Dijo alguien.
-VAS HAPPENIN’? –Le respondió la amiga.
Giré la cabeza y vi a esas dos chicas. Estaban diciendo cosas que decíamos nosotros. Me hizo bastante gracia. Me acerqué a ellas.
-Hola –dije sonriente.
-¡DIOS! –dijo la segunda chica- ¡Zayn! ¡Hola!
-¡Hola Zayn!
-¿Qué tal estáis? –dije riéndome- ¿Queréis un autógrafo?
-¡Por favor! –Dijo la segunda chica- Me llamo Sophie, fírmame aquí –me enseñó una libreta- ¿te sacas una foto conmigo?
-Claro –dije firmándole y, seguidamente posando para una foto- os escuché antes, pensé que erais Directioners. ¿no es así?
-Exacto –dijo la primera chica- Por cierto, soy Fer –dijo sonriendo.
-Encantado –dije firmándole también otra libreta que me dio- Ya sabéis como me llamo –reí.
-Si –dijeron ambas a la vez riéndose.
-Por lo que veo vamos en el mismo avión. –dije.
-Es verdad –Dijo Sophie.
-Bueno, tengo que irme. ¡Si queréis pasaros por nuestra zona decirle a la seguridad que os lo dije yo, que me pregunten! Y así conocéis a los demás –dije yéndome- hasta luego.
(Contado por María)
Cuando nos despedimos de los chicos. Y yo de Harry, él me dijo que un coche nos estaría esperando en la puerta del aeropuerto para llevarnos a mi casa. Hoy Lola se quedaría a dormir en mi casa, queríamos estar juntas y hablar de todo lo que nos había pasado. ¿En serio que nos había pasado? No lo sé. Aunque a mi me había salido genial todo.
Llegamos a la puerta del aeropuerto y nos montamos en el coche que nos estaba esperando.
El coche era negro y grande, demasiado espacioso para dos personas. Tenía dos asientos delanteros, con el tapiz gris, y seis asientos traseros del mismo color. Nos sentamos en los tres últimos de atrás. Le dijimos al chofer donde teníamos que ir y arrancó el motor. Empezamos a alejarnos del aeropuerto. Lejos de ellos. No los veríamos más hasta dentro de no se cuando.
Me entraron ganas de llorar así que saqué un tema de conversación.
-¿Qué tal te ha ido todo? –sonreí falsamente.
-¡Genial, tía! ¡Lo amo! –Rió. A ella se le veía feliz- ¿Y a ti?
-Bien –sonreí de nuevo- ¿Estas saliendo con él?
-No, no del todo. Tenemos algo, pero aún no. –sonrió.
-Me alegro…
Nos pasamos el resto del camino en silencio. Estuve mirando por la ventana casi todo el camino, al igual que Lola.
Llegamos hasta su casa. Ella salió del coche y subió a por su bolsa de la ropa. Después regresó al coche y fuimos para mi casa.
De repente, en la radio del coche sonó “One thing”. Miré a Lola, no pude evitar llorar al recordar a Harry y a los chicos. ¿Por qué se habían tenido que ir? No quería.
“Get out, get out, get out of my head, and fall into my arms instead
I don’t, I don’t, don’t know what it is… but I need that one thing,
Yeah, you’ve got that one thing”
Harry. Niall. Zayn. Louis. Liam. Lola. Yo.
Harry. Niall. Lola. Yo.
Niall. Lola.
Harry. Yo.
Ya lo echaba de menos. Los echabamos de menos.

Capitulo 4. "Preciosa... no llores, estoy aquí contigo"


(Contado por lola)
Cuando me despedí de los chicos subí a mi cuarto, me puse el pijama y me acosté, ya era demasiado tarde como para quedarse levantada. Por fin había cumplido mi sueño, había conocido a mi Niall. Le había abrazado, me había reído con él, había comido con él, hasta me dio un beso en la mejilla. No me lo podía creer. Me iba a dormir ya, cuando pensé en el papel que me dio cuando estábamos en el restaurante.
-Flashback-
-Lola, toma, este es mi número, no quiero perderte como amiga, así que me podrías llamar o algo…
-Vale, no lo perderé. –reí.
-Fin-
¡Es verdad! Su número. Me levanté de la cama y busqué en el pantalón que estaba encima de la silla. Metí la mano en el bolsillo y saqué el papel. Me metí de nuevo en la cama y encendí la pequeña lámpara que había en mi mesilla de noche. Cogí mi movil y marqué su número “pi…pi…pi…” lo colgué. No, no me atrevo a hablar con él, mejor le enviaré un mensaje.
-“Niall, ya te echo de menos”
-“Y yo a ti, no puedo dormir”
-“Pues yo menos”.
-“Oye, me ha costado enviarte este mensaje, pero… ¿mañana querrías dar una vuelta, por la mañana?”
-“Pues claro que si, ¿A que hora?
-“A las 11 y media, te voy a buscar”
-“Vale, bueno, voy a dormir, hasta mañana”
-“Adiós, preciosa”
-“Adiós…”
Dejé el móvil encima de la mesilla de noche y me tapé bien con la manta. Al poco rato me quedé dormida.
“Forever young, i wanna be forever young..!”
Mierda, el despertador del móvil. Miré la hora. “Mierda, las 11, a las 11 y media viene Niall” Me levanté de la cama rápidamente y me metí en la ducha. Me duché lo más rápido que pude y salí de la ducha reliada en una toalla, miré el reloj. Once y cuarto, Corre Lola. Me deshice de la toalla y empecé a ponerme la ropa lo más rápido que pude. Me metí en el baño y empecé a peinarme cuando terminé salí corriendo del cuarto de baño y me fui a mi habitación. Empecé a buscar mis zapatos, pero no los encontraba. Joder, ¿donde los había dejado? ¿Debajo de la cama? Fui rápidamente a mirar pero nada. Estaba buscando en el armario cuando cerré la puerta y mirando para abajo me choqué con él, ya había llegado y mi madre lo había dejado subir, y yo seguía sin mis zapatos. Miré para arriba y él me sonrió, en sus manos traía mis zapatos.
-Gracias, niall, los estaba buscando –dije sentándome en la cama y poniéndome los zapatos.
-De nada, linda. –sonrió, se acercó a mi y me dio un beso en la mejilla.
Terminé de ponerme los zapatos. Me levanté de la cama, cogí mi móvil y me aseguré de que no me faltaba nada. Todo perfecto. Salimos de mi habitación y bajé las escaleras corriendo, esa era una de mis extrañas manías, correr por las escaleras. Niall las bajó caminando, y al llegar abajo me miró sonriente.
-Que lento eres, eh –dije divertida.
-anda, anda, es que no te quería ganar –rió
-¡Ya, claro! –Reí con él- anda, vamos, por cierto.. ¿Dónde vamos?
-No sé, yo tengo un coche esperándonos en la puerta.
-Pues vamos –dije riendo.
Me despedí de mi madre y salimos de la casa, nos montamos en el coche. Optamos por ir a un gran centro comercial que hay en Madrid, ya que Niall seguramente querría comprar algo. O comer.
Los primeros cinco minutos fuimos callados, seguramente por la vergüenza de estar solo nosotros dos, y no los chicos y maría. Pero bueno, a Niall no le importó. Al poco rato opto por hablarme, más bien preguntarme, y yo le pregunté a él cosas. Acabamos contándonos cosas de nuestra infancia. Riéndonos, nos lo pasábamos tan bien juntos, que el tiempo volaba.
Llegamos al centro comercial y el chofer nos dejó en la misma puerta. “Mierda, espero que no nos vea nadie” pensé. Miré a Niall preocupada, nerviosa, y él me dio una palmadita en el hombro, y me indicó que entráramos.
Entramos y fuimos como si nada por ahí. Gente lo miraba, sí, pero no se lo creían, y lo dejaban pasar. Estábamos por la parte donde yo le decía “la parte rica” ya que aquí era donde estaban todas las tiendas caras, etc. Estábamos pasando por una tienda de ropa y, sobretodo, gorros y vimos a los chicos. Bueno, a los que quedaban; Liam, Louis y Zayn. Harry estaba con María y yo estaba con Niall. Que raro suena todo. Entonces, Niall me cogió de la mano y empezó a correr, y giró por una parte. Nos metimos en el baño de las chicas, en un lavabo que había libre. Nos quedamos callados durante un rato, mirándonos.
-¡Chicas, venid por aquí! –dijo una primera chica.
-tía, ¿los viste? ¡Eran los de One Direction! –gritó una.
-¡Es verdad! –gritó otra más.
-tías, hay que ponerse guapas ¡aquí tengo maquillaje!
-¡dame, dame, dame!
-tía, pero si no está tu Harry. Samy, tampoco está tu Niall –dijo la primera.
-Pero están los otros, ¿todos valen, no? –dijeron las dos.
-Hay tres, uno para cada una. –Dijo otra. Niall se estaba descojonando, y soltó una risa alta.
-Chicas, hay alguien en ese baño.
-¿Hay alguien?
Ya me estaban cabreando las tías esas, ¿Quiénes se creen para tratarlos así cómo muñecos? Ellas no son nadie. Me cabreé algún más, Niall me miraba sin decir nada. Le dije bajo “tengo una idea”. Para darles celos, le cogí la mano a Niall, le susurré “siento lo que voy a hacer ahora, pero tengo que hacerlo” y salí del pequeño baño con él agarrados de la mano. Ellas se quedaron petrificadas. No sabían lo que decir. Pero yo, simplemente, sonreía de oreja a oreja al ver lo estúpidas que habían quedado. Niall casi ni les miró y salimos del baño, aún agarrados de la mano. Cuando ya no estaban las tontas le solté.
-¿Por qué hiciste eso? –dijo.
-Por que me dio rabia que os trataran como muñecos, no lo sois. Os tienen que tratar bien –sonreí.
-Gracias, Lola.
Me dio un beso en la mejilla. Yo sonreí y mire para adelante. Dios, no me podía creer lo que estaba ocurriendo, Lo que estaba viendo. ¿Era él? ¿En serio? ¿Con el que llevo 6 meses? ¿Se estaba besando con otra tía? Miré a Niall y fui hacía Jorge, mi novio. Niall me siguió, iba detrás de mí, le sentía aunque fuese en silencio. Creo que en ese momento, el rubito, no entendía nada.
Cuando llegué a donde estaba Jorge y la otra, le toqué el hombro y se giró. La cara se le quedó blanca, normal que se le quedara así. Le metí una hostia, le dije un simple “Se acabó” y me fui con Niall. Doblamos hasta la esquina y fuimos por una calle donde no había nadie, buscamos un lugar para sentarnos hasta que encontramos un banco, para dos personas. Perfecto. Nos sentamos y le conté que ese estúpido era mi novio, y que esa era una amiga suya de hace tiempo, y que me había engañado, obviamente. No pude evitar que me salieran lágrimas. Duele que te engañen, y más si no te dicen la verdad y te lo ocultan.
-Preciosa… no llores, estoy aquí contigo –dijo el rubito sonriente. Me hizo sonreír a mí también.
-Gracias, Niall, te quiero –le abracé.
-No me las des, yo te ayudaré en todo lo que necesites.
-En serio, gracias –él rió de nuevo. Y me dio otro beso en la mejilla.
-Oye niall…
-dime.
-¿Por qué empezaste a correr cuando los viste? A los chicos, me refiero…
-Pues por que no saben que estoy contigo, ellos piensan que he ido a comprar cosas a otro pueblo, supuestamente.
-Oh, ¿Y por qué les dijiste eso? ¿no pueden saber que quedamos –dije divertida.
-Si, si lo pueden saber, pero tú sabes… son muy pesados –rió.
-sobretodo louis –reí con él.
-Exacto. –Soltó una carcajada- Bueno, ¿nos vamos? Ya es tarde, es la hora de comer…
-Vale, vamos. ¿Os vais a las 4, no?
-Si, -bajó la cabeza y se quedó un segundo callado- Oye… ¿Querrías venir con nosotros a comer al hotel? Y Después te lleva Lou a la casa de María, cuando vaya a recoger a Harry –rió.
-Me parece bien, -reí- Vamos a buscar a Louis, Liam y Zayn, antes de que se vayan.
Nos levantamos del banco y comenzamos a caminar por el centro comercial, al principio nos costó encontrarlos, pensabamos que ya se habrían ido. Pero pasamos por una tienda y allí estaban. Vieron a Niall y salieron de la tienda corriendo.
-¿tú no estabas en otro pueblo… solo? –dijo Liam.
-Si, pero es que vine y me encontré con Lola –Dijo él, Yo reí.
-Ya, claro –dijo Louis alargando la “a” del Claro.
-Bueno, niall, dile eso… -Dije.
-¡Ah, es verdad! Lola se viene a comer con nosotros al hotel. Louis, después la llevas a casa de María.
-Yo no voy a ir a casa de María –Contestó Louis.
-¿Qué? ¿Y Harry?
-Harry se queda a vivir con María, y se va cuando María se mude a Richmond –dijo Louis serio, todas nuestras caras eran para grabarlas. Hubo un silencio un tanto incómodo hasta que Louis volvió a hablar- ¡ES BROMA! Pero lo que si es verdad es que no tengo que ir, por que él ya va directamente al aeropuerto, con María. –dijo riéndose.
-¿Y eso?
-María Ayer se torció el pie, hoy va un médico a visitarla, así que Harry quiso quedarse y después los llevan al aeropuerto. –contestó.
-A vale, pues vamos al hotel a comer, que tengo hambre. –dijo Niall impaciente.
Asentimos todos y empezamos a caminar hacia el aparcamiento donde nos esperaba un coche grande, como el que nos recogió el primer día. Cuando nos conocimos. Nos montamos todos, yo al lado de Niall, como no. Fuimos en dirección al hotel y entramos por la puerta trasera. Subimos a las habitaciones y ellos recogieron todo, para nada más terminar de comer subir a por las maletas e irnos al aeropuerto. Louis tenía toda la habitación tirada, como no. Les ayudé a recoger para terminar antes, ya que Niall tenía hambre y me daba pena. Cuando terminamos de recoger la habitación bajamos por el ascensor y entramos en el comedor. Tenían una zona vip para que no les molestasen, así que nos dirigimos hasta allí. Cogimos las bandejas y nos empezamos a poner toda la comida que nos gustaba, Niall llenó su bandeja de comida basura. Me hacía bastante gracia ya que siempre habían dicho que comía mucho, y ahora ya sabía yo que era verdad.
Cuando terminamos de elegir nuestro almuerzo nos sentamos todos en la mesa y empezamos a comer.

Capitulo 3. "Tengo una idea" (Parte 2)


(Contado por María)
Estaba durmiendo y noto que alguien me está llamando. Entreabro mis ojos y digo una especie de “¿si?” bajito. Me volvió a decir mi nombre, ya que yo había hablado en español, entonces abrí los ojos y me di cuenta de que era Harry, ¿Qué hacía él aquí? Me levanté de la cama igual que él y vimos la nota que había encima de la mesa que estaba al lado del sofá.
“Hola chicos, si estáis leyendo esta nota es que ya os habéis levantado. Bueno, queríamos deciros que nos hemos ido para el hotel y Lola para su casa, Llamamos a la madre de María y dejó quedarse a Harry, ya que se quedó ahí dormido. Igual que tú, maría. Bueno Harry, mañana Louis te vendrá a buscar por la mañana, antes de la hora de comer, que nos tenemos que ir a las 4 al aeropuerto. Por cierto, maría, dice tú madre que mañana se irá a trabajar toda la mañana y que estaréis los dos en la casa. Que no arméis mucha bulla. Atte: nosotros. P.D: Disfrutad y... ¡No hagáis mucho ruido, eh!”
-Vale, pues… yo tengo sed –dijo él.
-Vamos para abajo, mi madre ya estará durmiendo, así que en silencio
-Vale
Abrí la puerta silenciosamente y le hice a Harry un gesto de que fuera callado. Empezamos a bajar las escaleras, llegamos hasta el primer piso y fuimos a la cocina, encendí la luz del pasillo para ver mejor y seguidamente entramos en la cocina. Abrí la nevera y le hice un gesto a Harry para que cogiese lo que quisiera. Cogió una botella de agua pequeña, le dije que nos la llevásemos a arriba, para no tener que bajar más. Así que cerré la nevera. Nos dispusimos a salir de la cocina cuando me acordé de que tenía un paquete de chucherías en el mueble de arriba. Me dirigí hacía el mueble y lo abrí, no llegaba así que le dije a Harry que si me lo cogía. Al cogerlo me lo dio y salimos de la cocina, apagué la luz y subimos las escaleras lentamente para no hacer ruido. Entramos en mi habitación y me senté en la cama, me crucé de piernas, y él se puso igual, pero en frente mía. “Es precioso” pensé, le miré y le sonreí, él me devolvió la sonrisa. Sí, esa tan increíble.
Abrimos la bolsita de golosinas y la pusimos en medio de los dos, a Harry se le antojó que yo le tirara las golosinas a la boca, sí, lo típico. Y bueno, como decirle que no a esa preciosidad. Así que eso hice. Cogí una gomita y se la tiré.
-¡Bien, entró! –dije sonriendo.
-otra, dame otra –dijo riendo.
-Vale –dije cogiendo otra gomita. Esta se la tiré más fuerte, pero no le entro, si no que le dio en el ojo.
-¡Au! –dijo quejándose
-Oh, pobrecito, ¡se ha dado el ricitos! –dije riéndome.
-¿Quieres que te de yo a ti con la gomita para que veas que duele?
-No, gracias –dije levantándome de la cama.
-Si, ahora te doy. –dijo persiguiéndome.
-No me cogerás –dije saliendo del cuarto silenciosamente.
-¡Verás que si!
Empecé a correr bajando las escaleras, él venía detrás, sentía sus pasos detrás de mí, así que aceleré el paso. Cuando llegué al primer piso, estaba todo oscuro, así que corrí por él salón para esconderme, hasta que sin querer tropecé con el skate de mi hermano. “mierda” pensé. Me caí al suelo y, como –Harry venía corriendo detrás pues se calló encima de mí, encima de mi pie.
-¿te he hecho daño? –dijo preocupado.
-No, tú no, ha sido el Skate de mi hermano. Que manía tiene de dejar las cosas tiradas. –Dije levantándome. Noté un tirón en el tobillo y cojeé- Au, creo que me lo he torcido…
-No andes, yo te cojo –dijo él cogiéndome en brazos.
-¿no peso? No creo que puedas subir todas las escaleras conmigo encima.
-Si puedo, ya lo verás –dijo empezando a caminar.
Empezó a caminar y poco a poco subió las escaleras, después de cada tramo descansaba un poco, pero después seguía caminando normal. Cuando llegamos al tercer piso, estiré mi mano para abrir la puerta y entramos, él me recostó en la cama y me pregunto que donde había vendas o donde había una tobillera, yo le dije que había una en mi cuarto en un cajón, así que bajó y a los pocos minutos subió con la tobillera. Me levanté para ponérmela, pero no me dejó, quiso ponérmela él. Así que estiré mi pie y me la puso. No teníamos sueño, ya eran las una de la noche, pero no sabíamos que hacer, le dije que me fuera a buscar mi pijama a mi cuarto, que estaba detrás de la almohada de mi cama. Bajó y me lo subió.
-Aquí tienes –dijo sonriente.
-Gracias –Reí
-De nada, preciosa – No sé por qué, pero cada vez que me decía eso, yo moría.
-Harry, ¿me harías un favor?
-Lo que quieras –sonrió
-Date la vuelta, es que me da vergüenza que me veas sin ropa –sonreí tímida.
-Vale. –Se dio la vuelta.
Me aseguré de que no miraba y me di la vuelta también, me quité la camisa y el pantalón y seguidamente, con prisa, me puse el pijama. Siempre dormía con una camisa larga, que me llegaba hasta un poco menos que las rodillas y un pantalón corto. Pero me faltaba el pantalón.
-Harry –dije
-Que ¿ya me puedo girar?
-Si, ¿Dónde está mi pantalón?
-Pues no lo sé, yo abajo no lo vi. Aunque da igual, quédate así, tampoco pasa nada. –rió
-Vale. Y bueno, ¿tú como duermes? –dije confusa.
-Pues normalmente, como ya sabrás, desnudo. Pero no creo que quieras, así que si me permites dormir en boxers te lo agradecería, no me gusta llevar mucha ropa cuando duermo. –rió, a la vez quitándose la camiseta. “Dios, ¿Qué no quiero verle desnudo? Más quisiera yo” pensé.
-Vale, te dejo. Pero cierra la puerta con llave, que como te vea mi madre pensará mal. –reí
-Vale –dijo cogiendo la llave y cerrando la puerta. Después se quitó el pantalón y se quedó en boxers.
-Dios –susurré.
-¿Qué pasa?
“Que me encantas” pensé.
-Nada, nada –dije mintiendo.
-No, ahora me lo dices –dijo acercándose a mi y acostándose a mi lado.
-No pasa nad… -No me dejó terminar. Me besó. Así, sin razón ninguna, por que él quiso.
-Que me encantas –Dije separando mis labios unos centímetros de los suyos.
-Y tú a mí, preciosa.
-Bueno, tenemos que dormirnos ya, que es tarde…
-Vale, hasta mañana –dijo dándome un beso en la mejilla.
-Hasta mañana… -dije girándome y mirando para el otro lado. Estuvimos un rato en silencio. Hasta que vi que Harry se giró y me abrazó por la cintura, a la vez pegándose a mi. Yo sonreí y entrelacé nuestras manos. Al poco rato me quedé dormida.

Capitulo 3. "tengo una idea" (Parte 1)


Subí las escaleras y entré en la habitación en donde se encontraban los demás, entré sonriente por la imagen que había visto tan solo hace unos segundos antes. Si, la de Harry y María besándose. Me senté en el sofá al lado de Liam.
-Cuanto has tardado, ¿Qué estabas haciendo? –dijo Niall
-Pues nada, fui al baño y me entretuve –reí por lo bajo al recordar de nuevo.
-El espejo –dijo Lola
-Me siguen dando miedo estas chicas, eh –dijo Liam. Todos reímos.
-¿Dónde están Harry y María –Dijo Louis preocupado
-No lo sé –dije mintiendo.
-A vale, bueno, ya vendrán –rió.
Estuvimos hablando durante un buen rato, haciendo bromas, riendo, y demás. Lola y nosotros nos llevábamos genial, en ningún momento de nuestra vida pensamos acabar en la casa de alguna fan, haciendo lo que estamos haciendo ahora. Era demasiado raro, normalmente recibíamos muchas invitaciones de fans a todos sitios, pero íbamos a pocas, ya que nos daba miedo como reaccionarían. Estas chicas eran demasiado normales, no nos gritaban a la cara cada vez que decíamos algo, no estaban todo el día preguntando como es la fama, que cosas hacemos todos los días, etc.
-Y bueno, ¿Tenéis familia en UK? –Dijo Liam.
-No, yo no tengo, pero la madre de María le tiene planeada una sorpresa.
-¿Cuál? –dijo Niall.
-Pues se van a mudar a Richmond por un tiempo, ya que a María le encantáis y como el pueblo está cerca de Londres, pues ella se quiso ir allí, la madre de María compró una casa, y se van dentro de nada, ya están preparando los billetes. Seguramente la semana que viene.
-¿en serio? –contestó
-Si, además, María tiene que perfeccionar su inglés, ya que será traductora. De inglés a español, y viceversa.
-Nosotros necesitamos alguien así… -dijo Louis.
-Es verdad –dijeron los demás.
-Pues contratadla –dijo Lola riéndose.
-A Harry le encantaría –dije.
-Seguramente. –dijo riendo Louis- Bueno, ya lo veremos.
-Pero no le digáis a María lo de la sorpresa, eh. –dijo Lola.
-Vale –dijimos todos.
(Contado por Harry)
-Harry, te quiero…
No aguanté, esos labios tan brillantes, tan pequeños, tan… ¿Perfectos? Si, perfectos. La agarré por la cintura y pegué nuestros cuerpos nerviosos, ella puso las dos manos sobre mi nuca, pegué sus labios a los míos y comenzamos a besarnos, jugabamos con nuestras lenguas, mientras ella con su mano acariciaba mis rizos. Era un beso eterno, o por lo menos lo parecía. Seguimos besándonos a la vez que yo buscaba una pared para apoyarla. Cuando la encontré la pegué a ella suavemente y seguidamente seguí besandola. María no besaba nada mal. Ella separó sus labios unos centímetros de los míos.
-¿Por qué yo? –dijo.
-¿Por qué no? –Contesté y seguidamente le di un pico corto- Anda, vamos ya, que esos se preguntarán que qué estamos haciendo.
-Vale –dijo poniéndose a mi lado, sonriendo.
-¿Puedo quedarme con las cartas? –dije.
-Por supuesto, Harry..
Recogí las cartas del suelo, ya que se me habían caido al lanzarme a besarla. Y seguidamente me coloqué de nuevo a su lado. Entrelacé su mano con la mía y abrí la puerta del cuarto, fuimos por el pasillo hasta las escaleras, subimos, aún agarrados de la mano hasta la puerta. Estaba cerrada. Se escuchaban risas, y a los chicos hablando. Le di un pico a María y le solté de la mano. Seguidamente entramos.
-¿Qué estabais haciendo? –dijo Louis- ¿no pretenderás quitarme a mi Harry, no maría?
-No, no, tranquilo, es todo tuyo. –rió.
-Si, bueno –dije mirándola.
-¿Ha pasado algo? –dijo Lola. Zayn se rió fuerte, todos lo miramos.
-¿Qué pasa, zayn? –dije.
-Nada, nada –siguió riéndose.
María y yo seguíamos de pie, así que le di un toque en el brazo, indicándole que me siguiera y me senté en la cama, ella se sentó a mi lado. Nos echamos para atrás y nos pegamos a la pared. Comenzamos a hablar hasta que al tiempo, nos quedamos dormidos. En su cama.
(Contado por Louis)
Al rato de que María y Harry entraran en la habitación, y se sentaran a su rollo. Todos estábamos hablando tranquilamente, cuando de repente escuchamos un ronquido. El de Harry, como no. Los dos se habían quedado dormidos mirando cosas en el móvil de Harry. Saqué mi móvil y me conecté al Twitter, les saqué una foto a los dos y puse ‘’Que dormilones están hechos’’. Cuando Harry se enterase me mataría, Pero bueno, daba igual.
Zayn no pudo resistirse y nos contó lo que vio abajo, cuando estaban en la habitación de María. Yo me levanté y le quité la carta a Harry del bolsillo, todos la leímos.
‘’Harry, sé que nunca leerás esta carta, por que nunca te la daré. Quedan pocos días para el Meet&Greet. Más ganas de verte no puedo tener. Quiero poder abrazarte, quiero poder ser feliz a tu lado, aunque sea por esa hora que estaremos en la habitación con los demás. No es que yo quiera estar solo una hora contigo en el Meet&Greet, yo me pasaría a tu lado toda una vida. Pero sé que es imposible. Aunque no me importa, yo sé lo que siento y nunca cambiará. Quiero que “sepas” que te amo más que nadie en este mundo y que siempre te apoyaré en todo, pase lo que pase. Prefiero una sonrisa en tu cara que todo el dinero del mundo. Por que ni la fama ni el dinero puede darme la felicidad que tú me das cada día con tus videos, fotos, y demás.
Atte: María’’
-Vaya –dijimos todos.
-Era de imaginar –dijo Lola- Yo ya todo eso lo sabía –rió
-No me extraña que le guste a Harry, yo quiero alguien así –dijo Niall, mirando a Lola.
-Se te van los ojos, niall –dije riéndome. Lola miró a Niall y le sonrió.
-Pues eso, ¿crees que saldrán juntos? –dijo Zayn.
-Con el tiempo, si siguen así, puede. –contestó Louis.
-Tengo una idea, Lola, ¿puedes llamar a la madre de maría? –dije
-Claro, ¿para qué?
-Dile que Harry se ha quedado dormido en la cama, y que si se podría quedar aquí, que mañana lo vengo a buscar temprano.
-Vale ¿Quién me deja su móvil? –dijo ella.
-Yo, toma –Dijo Niall dándole su móvil.
Lola Marcó el número de la madre de María y empezó a hablar en español, yo no entendía nada, pero igualmente daba igual, mientras dijera que si. Al poco rato colgó el móvil y sonrió.
-Si le deja, pero dice que mañana por la mañana la casa estará vacia, osea, solo estarán María y Harry, así que dice que le dejemos una nota a los dos para decírselo, para cuando se despierten mañana. ¿A que hora os vais mañana?
-Vale, Pues nos vamos por la tarde, sobre las cuatro –dije.
-bueno, les dará tiempo ha estar juntos. ¿no? –dijo Zayn riéndose
-Si, demasiado. –rió ella.
-Bueno, nosotros nos tenemos que ir ya, ¿te llevamos a tu casa? –dije levantándome del sofá.
-Vale, vamos. Dejemos a estos dormir tranquilos. –Dijo ella.
-Vamos –dijeron los demás saliendo de la habitación.
Bajamos las escaleras silenciosamente hasta llegar al primer piso, y salimos de la casa, llamé a un taxi y nos montamos todos. Tardamos unos pocos minutos en llegar a la casa de Lola, cuando llegamos nos bajamos y nos despedimos de ella con un abrazo, la diferencia es que Niall le dio también un beso en la mejilla. Ella nos agradeció por darle una oportunidad de conocernos y seguidamente entró en su casa. Nosotros nos volvimos a montar en el taxi y fuimos para el Hotel. Al llegar entramos, pedimos la llave de la habitación a la recepcionista y nos fuimos a la habitación. Ya era bastante tarde, así que, nada más entrar en la habitación nos pusimos los pijamas y nos acostamos en las camas. Había sido un día muy largo y, por supuesto, divertidísimo, pero ahora toca dormir. Así que hasta mañana.