Toqué a la puerta de mi casa, tardaron un poco en abrir. Pasamos y subí las escaleras como pude. En esos momentos echaba de menos a Harry. Que, desde ayer, me había ayudado a subir y bajar las escaleras. Lola me siguió en silencio, llegamos hasta mi cuarto y dejó sus cosas encima de mi cama.
Mi cuarto era, más bien, espacioso. Tenía las paredes lilas, aunque casi no se veían por culpa de todos los posters de los chicos. Al entrar en la parte izquierda estaba mi cama, era doble. Era la antigua cama de mis padres, ellos se habían comprado otra y ya que la iban a tirar pues les dije que me la dejaran. En frente de la cama, pegado a la pared, había un escritorio de madera. Encima del escritorio tenía algunos libros, mi portátil blanco y un marco de fotos vacío. Un día lo compré por que me pareció bonito. El marco era azul y a un lado había dos muñequitos en un columpio sentados, cogidos de la mano. En el escritorio también había una lámpara para esos días que te tienes que quedar a estudiar hasta las tantas de la noche y solo necesitas una pequeña luz para que no se te cierren los ojos del todo.
En cambio, al otro lado de la habitación no había gran cosa. Tenía mi armario, no era demasiado grande, pero yo tampoco es que usara mucha ropa así que con eso me bastaba. Pero, aparte de todo eso, lo que más destacaba de mi habitación era, sin duda, la foto gigante de Harry que me habían regalado mis padres por reyes el año pasado. Era de estatura real, antes no estaba segura de si era así, por que no lo había visto en persona, pero ahora me sabía cada milímetro de su cuerpo y, por supuesto, sabía que esa medida era real.
En cambio, al otro lado de la habitación no había gran cosa. Tenía mi armario, no era demasiado grande, pero yo tampoco es que usara mucha ropa así que con eso me bastaba. Pero, aparte de todo eso, lo que más destacaba de mi habitación era, sin duda, la foto gigante de Harry que me habían regalado mis padres por reyes el año pasado. Era de estatura real, antes no estaba segura de si era así, por que no lo había visto en persona, pero ahora me sabía cada milímetro de su cuerpo y, por supuesto, sabía que esa medida era real.
Lola se sentó en la cama y, sin hablar, se puso a mirar todos los posters que había. Uno por uno, localizando alguno de su amado. Yo, en cambio, me dirigí hacía la foto gigantesca de Harry. Estiré mi mano y toqué la suya, la del poster.
El poster era una foto en la que Harry estaba vestido típico de un concierto o de una gala. Tenía esos rulos tan impresionantes y esa sonrisa tan increíble. Una mano la tenía metida en el bolsillo y otra, estaba como estirándola, esperando a que se la cogiese. Estaba de pie.
Ahora lo único que podía hacer era desear estar a su lado.
-Yo no sé que voy a hacer ahora –dije.
-Ni yo…
-Hoy es domingo, hemos pasado un fin de semana estupendo, pero mañana tendremos que ir a clase, a no ser que nos de un chungo o algo.
-Ya lo sé, María. Pero no podemos hacer nada..
-Son las 4 de la tarde, ¿Qué podemos hacer? –dije cambiando de tema.
-¿Vamos a dar una vuelta?
-Vale. Además tengo que imprimir unas fotos, las del Meet&Greet y demás.
-Vamos –me contestó sonriente.
-Ni yo…
-Hoy es domingo, hemos pasado un fin de semana estupendo, pero mañana tendremos que ir a clase, a no ser que nos de un chungo o algo.
-Ya lo sé, María. Pero no podemos hacer nada..
-Son las 4 de la tarde, ¿Qué podemos hacer? –dije cambiando de tema.
-¿Vamos a dar una vuelta?
-Vale. Además tengo que imprimir unas fotos, las del Meet&Greet y demás.
-Vamos –me contestó sonriente.
Bajamos las escaleras y, como siempre, le pedí a mi madre dinero para imprimir las fotografías.
Aunque primero me preguntó que cómo me había echo lo del tobillo. Le dije que por la noche había bajado a beber agua y que me había tropezado por las escaleras, pero que no me había dolido mucho. No le mentí del todo, al fin y al cabo me había tropezado con algo ¿No? Ella me creyó.
Nos dio el dinero, cogí mi bolso. Que en este caso lo llevaría Lola ya que yo no podía. Y metí mi móvil, el dinero y el pendrive con las fotografías guardadas para poder sacarlas directamente de ahí.
Aunque primero me preguntó que cómo me había echo lo del tobillo. Le dije que por la noche había bajado a beber agua y que me había tropezado por las escaleras, pero que no me había dolido mucho. No le mentí del todo, al fin y al cabo me había tropezado con algo ¿No? Ella me creyó.
Nos dio el dinero, cogí mi bolso. Que en este caso lo llevaría Lola ya que yo no podía. Y metí mi móvil, el dinero y el pendrive con las fotografías guardadas para poder sacarlas directamente de ahí.
Lola me abrió la puerta y salimos de la casa. Íbamos caminando lento, ya que yo iba con muletas y, por supuesto, no iba a correr. Pensamos en donde quedaría la tienda para fotocopiar las fotos. Pero no supimos donde podría estar. Así que nos acercamos a una tienda de revistas, periódicos y demás. Entramos y le preguntamos al dependiente que donde podría haber una tienda de esas. Nos dijo que a una manzana de aquí la encontraríamos. Le dimos las gracias y salimos de la tienda. Nos pasamos un poco más de cinco minutos buscando la maldita tienda. Hasta que al doblar una esquina apareció. Entramos y, gracias a dios, no había mucha gente. Había una señora y, supongo, que la chica que había a su lado sería su hija, y además un hombre más en otro lado de la tienda. Le dije a la dependienta lo que quería y seleccione las fotos para imprimir. Minutos más tarde ya las tenía en mis manos. Decidí que la de yo y Harry la podría hacer en un poco más grande. Tan solo costaba cinco euros. Al igual que la de Lola con Niall. Así que esas dos fotos las hice en grande. Llevaba veinte euros, me sobraba.
Al poco rato de estar allí me di cuenta de que la chica que iba con la mujer nos estaba mirando. Bueno, me estaba mirando a mí. La miré y le sonreí. Ella en cambio giró la cara. ¿Qué pasó? Ni que le hubiera echo nada malo. Me volvió a mirar al minuto. ¿Qué quería?
Al poco rato de estar allí me di cuenta de que la chica que iba con la mujer nos estaba mirando. Bueno, me estaba mirando a mí. La miré y le sonreí. Ella en cambio giró la cara. ¿Qué pasó? Ni que le hubiera echo nada malo. Me volvió a mirar al minuto. ¿Qué quería?
-¿Qué quieres? –dije acercándome.
-¿Yo? Un autógrafo.
-¿Qué?
-Es broma –rió- Me suenas, te vi en Twitter esta mañana. En el Twitter de Lou.
-¿eres Directioner?
-Pocas ahí por aquí –dijo ella.
-Es verdad, no he visto a muchas –contestó Lola metiéndose.
-¿Qué tal os fue ayer con los chicos? ojala hubiera tenido vuestra suerte.
-Nos fue genial –dijimos Lola y yo a la vez.
-Lo suponía –Sonrió- ¿Cómo es dormir con Harry, maría?
-¿Cómo sabes mi nombre? –Dije extrañada- Ah, Louis ha tenido que poner algo en twitter. Entiendo. –Ahora ya sabía a lo que se refería Harry- Pues no sé, es normal.
-Supongo. –Dijo la chica acabando la conversación- Bueno, me tengo que ir, encantada de conoceros. Adiós.
-Adiós –Dijimos las dos.
-¿Yo? Un autógrafo.
-¿Qué?
-Es broma –rió- Me suenas, te vi en Twitter esta mañana. En el Twitter de Lou.
-¿eres Directioner?
-Pocas ahí por aquí –dijo ella.
-Es verdad, no he visto a muchas –contestó Lola metiéndose.
-¿Qué tal os fue ayer con los chicos? ojala hubiera tenido vuestra suerte.
-Nos fue genial –dijimos Lola y yo a la vez.
-Lo suponía –Sonrió- ¿Cómo es dormir con Harry, maría?
-¿Cómo sabes mi nombre? –Dije extrañada- Ah, Louis ha tenido que poner algo en twitter. Entiendo. –Ahora ya sabía a lo que se refería Harry- Pues no sé, es normal.
-Supongo. –Dijo la chica acabando la conversación- Bueno, me tengo que ir, encantada de conoceros. Adiós.
-Adiós –Dijimos las dos.
La chica salió de la tienda con su madre. Seguidamente salimos nosotras.
Fuimos a un parque que había cerca de mi casa, estaba solitario, pero así sería mejor. No queríamos que nos molestaran, y menos hoy. Nos estábamos ni muy felices ni muy tristes. Simplemente creo que no sentíamos nada.
Fuimos a un parque que había cerca de mi casa, estaba solitario, pero así sería mejor. No queríamos que nos molestaran, y menos hoy. Nos estábamos ni muy felices ni muy tristes. Simplemente creo que no sentíamos nada.
No había risas.
Ni siquiera una sonrisa. Solo silencios, un tanto incómodos.
Ni siquiera una sonrisa. Solo silencios, un tanto incómodos.
(Contado por Liam)
Hace media hora que comenzamos el vuelo. Zayn está dormido en mi hombro, creo que ya se me está durmiendo el brazo. Louis no para de despertar a Harry, se aburre mucho, pero Harry solo quiere dormir, no tiene ganas de estar despierto. Al igual que Niall. Había estado en silencio desde que nos montamos al avión, bueno, incluso antes, cuando nos despedimos de las chicas. Creo que las echaban de menos.
Me acomodé y puse mi cabeza sobre la de Zayn. Intentaba dormirme. Tardé unos pocos minutos hasta que me quedé totalmente dormido.
Me acomodé y puse mi cabeza sobre la de Zayn. Intentaba dormirme. Tardé unos pocos minutos hasta que me quedé totalmente dormido.
Noté que alguien me tocaba el brazo. Era Zayn.
-¿Qué quieres?
-¿Te importa si pasan dos amigas mías que conocí en el aeropuerto? Es que les dije que podían venir cuando quisieran. –me contestó.
-Como quieras, Zayn.
-¿Te importa si pasan dos amigas mías que conocí en el aeropuerto? Es que les dije que podían venir cuando quisieran. –me contestó.
-Como quieras, Zayn.
Él se levantó del asiento y se fue a recogerlas a la puerta que había desde primera y segunda clase. Al minuto o así volvió con las dos chicas.
Una era alta, de la estatura de Zayn, pelo rubio, liso, con los ojos azules. Era bastante flaca. Llevaba un pantalón pitillo marrón y una camisa blanca metida por dentro en la que ponía “Love” en color rojo y unas manoletinas marrones. En cambio, la otra chica era un poco más baja que Zayn, tenía el pelo castaño y ondulado, con un pequeño flequillo de lado que le hacía bastante guapa. Tenía los ojos marrones y, no era ni flaca ni gorda, era normal. Llevaba un pantalón negro corto que tenía estampado la bandera de UK y una camisa a juego, llevaba unas converse negras. Eran inglesas, se les notaba.
Zayn las llevó hasta donde estabamos nosotros. Louis se levantó a saludarlas, al igual que yo. Pero primero me fui hacía Niall para avisarle de que habían unas chicas, que las saludara. Él se levantó. Decidí dejar a Harry durmiendo, no le veía muy bien, prefería que se despertara por si solo.
-Hola chicas –dijeron Louis y Niall.
-¡Hola! –dijeron las dos a la vez.
-Esta es Sophie –dijo Zayn señalando a la chica de pelo castaño- Y esta Fer –dijo señalando a la chica rubia- Las conocí en el aeropuerto.
-Encantada de conoceros –dijo Sophie- siempre soñé con este día.
-Y yo –dijo Fer- somos gran fans vuestras –dijo sonriente.
-Gracias –contestamos todos.
-Oye, ¿no falta uno? –dijo Fer dándose cuenta de que Harry no estaba. Seguramente fuese su preferido.
-Está durmiendo, está un poco cansado. –contesté rápidamente.
-Es por una chica –Dijo Louis jodiendo todo. Le di un codazo.
-¿Tiene novia? –se preocupó Fer.
-No lo sabemos, todavía no –dijimos todos, sin seguridad.
-Todavía… -volvió a contestar la chica.
-Bueno –dijo Louis- ¡¿Queréis que nos saquemos fotos?!
-¡Vale! –Gritaron.
Ui, perdón Harry. –Soltó Fer de repente.
-¡Hola! –dijeron las dos a la vez.
-Esta es Sophie –dijo Zayn señalando a la chica de pelo castaño- Y esta Fer –dijo señalando a la chica rubia- Las conocí en el aeropuerto.
-Encantada de conoceros –dijo Sophie- siempre soñé con este día.
-Y yo –dijo Fer- somos gran fans vuestras –dijo sonriente.
-Gracias –contestamos todos.
-Oye, ¿no falta uno? –dijo Fer dándose cuenta de que Harry no estaba. Seguramente fuese su preferido.
-Está durmiendo, está un poco cansado. –contesté rápidamente.
-Es por una chica –Dijo Louis jodiendo todo. Le di un codazo.
-¿Tiene novia? –se preocupó Fer.
-No lo sabemos, todavía no –dijimos todos, sin seguridad.
-Todavía… -volvió a contestar la chica.
-Bueno –dijo Louis- ¡¿Queréis que nos saquemos fotos?!
-¡Vale! –Gritaron.
Ui, perdón Harry. –Soltó Fer de repente.
Nos empezamos a sacar fotos y demás, estuvimos como media hora o así hasta que las chicas se tuvieron que ir a sus asientos debido a que no podían estar tanto tiempo con nosotros. Ya el guardaespaldas les había advertido antes, pero Louis y yo le convencimos de que se quedaran un poco más. Nos habían caído bien y una de ella vivía cerca de nuestra casa, quizá algún día podamos quedar, cuando vengan María y Lola. Si vienen, que conociendo a Niall se gasta lo que sea para que vengan y verlas, aunque no me extraña.
Me acordé de cuando empecé a salir con Danielle, yo era igual que él, solo quería estar con ella, pero tampoco se podía por que ambos estábamos trabajando, ahora sacamos tiempo de donde podemos para vernos, estar juntos y pasa un buen rato. Pensé en llamar a Danielle nada más llegar para ver si estaba libre esta semana. La echaba de menos.
Pasamos todo el resto del viaje tranquilo. Según el piloto del avión, íbamos a aterrizar dentro de unos minutos en la pista. A mitad del viaje Harry seguía dormido y no había hablado en todo lo que llevábamos de vuelo. Era rarísimo así que Louis se levantó y le preguntó que si estaba bien. Harry le contestó que le dolía mucho la cabeza y que quería dormir. Louis le tocó la frente y lo notó caliente, entonces se fue a preguntarle a una de las azafatas que si tenían un termómetro para medirle la temperatura a Harry. Al poco rato vino con uno en la mano. “Menos mal” pensé. Louis le puso el termómetro a Harry y esperamos un minuto. Cuando pitó Louis lo cogió y miro lo que ponía.
-Vaya, tiene fiebre. –dijo.
-¿Cuánta? –contestó Harry casi sin voz.
-Treinta y ocho con cinco.
-Mierda –dije- Harry, mejor que descanses. Dentro de una semana tenemos un concierto y como no te recuperes la cagamos.
-Ya –dijo Harry-. Mejor me duermo…
-Harry mantente despierto hasta que aterricemos, ya no queda nada –le dijo Louis-. Cuando lleguemos ha casa duermes.
-Vale…
-¿Cuánta? –contestó Harry casi sin voz.
-Treinta y ocho con cinco.
-Mierda –dije- Harry, mejor que descanses. Dentro de una semana tenemos un concierto y como no te recuperes la cagamos.
-Ya –dijo Harry-. Mejor me duermo…
-Harry mantente despierto hasta que aterricemos, ya no queda nada –le dijo Louis-. Cuando lleguemos ha casa duermes.
-Vale…
Íbamos a aterrizar, nos sentamos cada uno en nuestros asientos y nos abrochamos los cinturones. El avión empezó a descender. Zayn me cogió de la mano, ya que le daban un poco de miedo los aterrizajes. Y en tres minutos ya estábamos en tierra. Nos volvimos a desabrochar los cinturones y cogimos todo nuestro equipaje. Le pedí a uno de los guardaespaldas de la puerta que se centraran más en Harry ya que estaba malo.
Bajamos del avión por unas escaleras que salían desde los asientos de primera clase y vi que Zayn miraba a las dos chicas y les despedía con la mano. Estas estaban bajando por la otra escalera, la de segunda clase. Al poco rato tampoco las veíamos.
Entramos por una puerta y nos llevaron hacía el garaje. No teníamos que pasar a recoger las maletas por que no llevábamos maletas, solo una de mano cada uno. Ya que solo habíamos ido a pasar tres días a España y no necesitábamos demasiado.
Llegamos hacía nuestro lado del aparcamiento donde había un coche esperándonos. Metimos las pequeñas maletas en el maletero y nos subimos en él. El aeropuerto no estaba tan lejos de nuestra casa así que solo tardamos media hora en llegar. Al llegar nos bajamos del coche, sacamos las maletas y entramos. Estaba todo como desde hace tres días antes. Todo limpio, aunque dudaba que siguiera así por mucho tiempo. Habían llegado Louis y Zayn, los desordenes, aunque Harry también podría ser uno de ellos perfectamente, él lo único que hizo es subir las escaleras de la casa e irse para su habitación. Abrió la puerta y la cerró de un portazo. Me imagino que se iría a dormir. Yo y Niall entramos en la cocina mientras Zayn y Louis subían las cosas a las habitaciones. Fuimos preparando una merienda con refrescos y pizza precocinada, Niall no tenía ganas de esperar a que el de la pizzería viniese ni a hacer una él por si solo así que elegimos eso.
Mientras que se hacía la pizza nosotros subimos a cambiarnos y a ponernos cómodos ya que hoy teníamos el día libre. Cuando terminamos y sonó la alarma del horno bajamos los cuatro, sin Harry ya que estaba durmiendo, y empezamos a comernos las pizzas en la mesa de la cocina. Louis cogió un trozo pequeño de pizza y, de ese mismo trozo, cogió una pequeña loncha de jamón y se la lanzo hacia Zayn. Éste la esquivó y, como siempre, comenzó la guerra. Zayn empezó a tirarle cachos de pizza a Louis, y después se metió Niall debido a que le calló un cacho de pizza en su pelo. Niall cogió la botella de agua que había encima de la encimera y la abrió. Empezó a tirarles agua. Yo me intentaba mantener alejado, pero, al fin y al cabo, acabaría igual que ellos. Así que, ¿por qué no divertirse un poco? Le quité la botella de agua a Niall y empecé a mojarlos. Aquello era un espectáculo de verdad. Trozos de pizza por los muebles, por el suelo, por la mesa. Agua y refrescos desparramados por el suelo y por toda nuestra ropa.
Al terminar aquel estropicio que armamos lo tuvimos que empezar a recoger.
Entramos por una puerta y nos llevaron hacía el garaje. No teníamos que pasar a recoger las maletas por que no llevábamos maletas, solo una de mano cada uno. Ya que solo habíamos ido a pasar tres días a España y no necesitábamos demasiado.
Llegamos hacía nuestro lado del aparcamiento donde había un coche esperándonos. Metimos las pequeñas maletas en el maletero y nos subimos en él. El aeropuerto no estaba tan lejos de nuestra casa así que solo tardamos media hora en llegar. Al llegar nos bajamos del coche, sacamos las maletas y entramos. Estaba todo como desde hace tres días antes. Todo limpio, aunque dudaba que siguiera así por mucho tiempo. Habían llegado Louis y Zayn, los desordenes, aunque Harry también podría ser uno de ellos perfectamente, él lo único que hizo es subir las escaleras de la casa e irse para su habitación. Abrió la puerta y la cerró de un portazo. Me imagino que se iría a dormir. Yo y Niall entramos en la cocina mientras Zayn y Louis subían las cosas a las habitaciones. Fuimos preparando una merienda con refrescos y pizza precocinada, Niall no tenía ganas de esperar a que el de la pizzería viniese ni a hacer una él por si solo así que elegimos eso.
Mientras que se hacía la pizza nosotros subimos a cambiarnos y a ponernos cómodos ya que hoy teníamos el día libre. Cuando terminamos y sonó la alarma del horno bajamos los cuatro, sin Harry ya que estaba durmiendo, y empezamos a comernos las pizzas en la mesa de la cocina. Louis cogió un trozo pequeño de pizza y, de ese mismo trozo, cogió una pequeña loncha de jamón y se la lanzo hacia Zayn. Éste la esquivó y, como siempre, comenzó la guerra. Zayn empezó a tirarle cachos de pizza a Louis, y después se metió Niall debido a que le calló un cacho de pizza en su pelo. Niall cogió la botella de agua que había encima de la encimera y la abrió. Empezó a tirarles agua. Yo me intentaba mantener alejado, pero, al fin y al cabo, acabaría igual que ellos. Así que, ¿por qué no divertirse un poco? Le quité la botella de agua a Niall y empecé a mojarlos. Aquello era un espectáculo de verdad. Trozos de pizza por los muebles, por el suelo, por la mesa. Agua y refrescos desparramados por el suelo y por toda nuestra ropa.
Al terminar aquel estropicio que armamos lo tuvimos que empezar a recoger.
-¿Qué pasó aquí? –Dijo Harry entrando por la cocina-. Parece que ha venido un tornado…
-Pelea de comida –le contestó Zayn- te la perdiste, hermano.
-Bueno, yo venía a por agua solamente –Sonrió con muy pocas ganas- ahora me voy a dormir de nuevo, este dolor de cabeza no se me quita…
-Mejor que descanses –Dijo Louis-. Nosotros tenemos que recoger todo esto.
-Vale… -Dijo él.
-Pelea de comida –le contestó Zayn- te la perdiste, hermano.
-Bueno, yo venía a por agua solamente –Sonrió con muy pocas ganas- ahora me voy a dormir de nuevo, este dolor de cabeza no se me quita…
-Mejor que descanses –Dijo Louis-. Nosotros tenemos que recoger todo esto.
-Vale… -Dijo él.
Entró en la cocina y se llevó una botella del tiempo que había dentro de un armario. Nosotros seguimos recogiendo el estropicio, y cuando por fin terminamos subimos a las habitaciones. Era domingo y ya se había echo tarde. Pensábamos bañarnos y ponernos cómodos para después sentarnos todos en el salón y ver la tele un rato o ver alguna película comiendo palomitas y chucherías. Nos pusimos de acuerdo y dentro de media hora nos veríamos todos en el salón, y Harry si quería.
Cuando terminé de ducharme pasé por la habitación de Harry y le dije que se bajase abajo con nosotros a ver una película un rato hasta que le entrara sueño de nuevo. Él acepto y bajó conmigo. Una vez preparados y con todo lo necesario para ver películas, empezamos a ver la favorita de Harry; Love Actually.
Cuando terminé de ducharme pasé por la habitación de Harry y le dije que se bajase abajo con nosotros a ver una película un rato hasta que le entrara sueño de nuevo. Él acepto y bajó conmigo. Una vez preparados y con todo lo necesario para ver películas, empezamos a ver la favorita de Harry; Love Actually.
De repente sonó su móvil, era un mensaje.