9 de febrero de 2012

Capitulo 5. "Lo que es el amor"


(Contado por María)
Estaba profundamente dormida cuando noté que alguien me estaba zarandeando suavemente, diciendo mi nombre. Entreabrí los ojos y solté una especie de “¿Si?” En español. Volvió a decir mi nombre. Abrí los ojos más y me di cuenta de que era Harry.
-¿Qué quieres? –dije con una voz un tanto rara debido a que me acababa de despertar.
-Desayunar –dijo riéndose- son las 10.
-Dios, lo siento… me hubieras levantado antes…
-No, si yo me acabo de despertar también –rió- lo que pasa es que tengo hambre y no sé donde está la llave de la puerta.
-Está en el cajón de esa mesilla –dije señalando la pequeña mesilla que había a su lado- vamos para abajo y te preparo el desayuno. Él se levantó de la cama y cogió la llave, seguidamente, abrió la puerta.
-Vamos ¿no?
-Harry, me duele el tobillo. ¿no te acuerdas?
-¡Oh, perdón! No me acordaba, espera que te coja. –dijo riéndose.
-Harry, estas en boxers…
-¿Y? –dijo poniéndose de espaldas para que saltara encima de él.
-Vale. –me subí.
Bajamos lentamente ya que yo pesaba un poco y no quería que nos cayéramos. Al llegar al primer piso le dije a Harry que buscara unas muletas en el trastero. Abrió una puerta y entró, al minuto salió con dos muletas. Me las dio y yo me pude levantar e ir a la cocina junto a él para preparar el desayuno.
-¿Desayuno español o inglés?
-Algo de aquí –rió- Señorita –Esto lo dijo en español. “Señorita, señorita, señorita” esa palabra se empezó a repetir en mi cabeza. Harry. Español. Su acento. Dios.
-¿Qué? Repítelo.
-¿El qué? ¿Señorita? –Lo volvió a decir en español. Me encantaba. Me empecé a reír.
-Me encanta, en serio –solté una carcajada- Pues cereales con leche, de toda la vida. ¿No? –reí.
-Lo que tú quieras.
Cogí dos bols de la estantería y los puse encima de la encimera. Saqué los cereales con chocolate del mueble y le pedí a Harry que sacara la leche de una parte alta a la que yo no llegaba. Eché leche en los bols y los metí en el microondas, esperé unos segundos y los saqué, seguidamente eché los cereales.
Cógelos- le dije a Harry, ya que yo no podía.
Él cogió los bols y salió de la cocina, yo iba detrás de él. Los puso encima de la mesa del salón y separó mi silla de la mesa para que me sentase. Después se sentó él en la silla de enfrente. Empezamos a comer, ambos nos echamos más cereales en el plato. Hasta que nos cansamos y Harry llevó los platos al fregadero. Mientras que él venía me senté en el sofá.
-Voy a arriba a coger mi móvil, ¿te bajo el tuyo?
-Si, por favor. –sonreí.
Él subió al cuarto y bajó dos o tres minutos después. Pensé que había tardado por que no encontraba mi móvil. Cuando bajó se sentó a mi lado en el sofá.
-Bonito fondo de pantalla –dijo riéndose- ¿Quién es esa chica? ¿Y el chico? Se ven bien juntos.
-¡Has mirado mi fondo de pantalla! –reí- somos tú y yo, tonto. Ayer, ¿no te acuerdas? En el coche.
-Ya lo sé, María, ya lo sé. –Soltó una carcajada-. Tampoco soy tonto –rió.
-¿No? ¡Lo parecías! –Me dio un toque con su codo en mi brazo-. ¡Era broma! ¿Cómo vas a ser tonto tú? Eres lo más perfecto que hay. –Me besó rápido.
-tú.
Cogimos los móviles y él se conectó al Twitter, yo, en cambio, primero me conecté al Tuenti. Tenía más de 10 mensajes de mis “amigas” Directioners. Bueno, se creían Directioners pero no llegan ni a Directionators.
-María, Louis. Lo mato.
-¿Qué pasó con Louis? ¿Qué hizo ahora?
-Mira –Me enseñó su Blackberry. En su Twitter había una foto de nosotros dos pegados. Durmiendo- Siempre es el mismo…
-Bueno, no pasa nada –dije riéndome- ¿no?
-Ya, pero ahora será peor para ti, por que estabas durmiendo a mi lado y, ahora, se empezaran a inventar cosas. –bajó la cabeza- cosas malas, cosas que no son.
-Harry, nada de lo que se inventen será verdad, somos… solo amigos… ¿no?
-Ya… -se quedó callado por un momento- solo amigos… será lo mejor para ti…
-Necesito ir al baño un momento –se me quebró la voz.
Me levanté del sofá rápido. No me acordaba que tenía el pie torcido. No pude mantenerme en pie. Harry rápidamente se levantó y me cogió como pudo. Me cogió en peso y, seguidamente, me sentó en el sofá de nuevo, sentándose él a mi lado.
-Es que es imposible…
-¿Qué es imposible? –dije mirándole.
-Me gusta protegerte, tenerte a mi lado… estar contigo…
-Harry no me digas eso…
-Soy directo... lo siento... a lo mejor interpreté todo mal… a lo mejor voy demasiado rápido…a lo mejor…
No le dejé terminar.
Él y yo.
Uno.
(Contado por Zayn)
Al terminar de comer, todos nos fuimos a recoger las maletas de la habitación. Era casi la hora de irnos. No estábamos para nada nerviosos, aunque Niall si lo estaba. No paraba de decirle a Lola que si lo iba a llamar y, sobretodo, que si algún día iría a visitarnos. Ya que, como Lola nos había contado ayer, María se iba a mudar. Estábamos casi en verano, no quedaban más que unas semanas. Dos, para ser exactos. En el verano tendríamos vacaciones, o por lo menos descansaríamos más. Supongo que Niall querría que pasaran con nosotros el verano. Reí para mis adentros. “Lo que es el amor” pensé.
Bajamos por el ascensor del hotel con todo. Salimos por la puerta, habían fans, pero los guardaespaldas consiguieron que pudiésemos salir de allí con vida. Un guardaespaldas iba con Lola y Niall todo el rato, ya que las fans le podrían hacer cualquier cosa a la chica. Por celos, supongo. Se me pasó una pregunta por la cabeza ¿Ellos dos estaban saliendo? Bueno, ya tendré tiempo de preguntárselo a Niall.
Entramos en el coche y, como siempre, ya teníamos los sitios cogidos. Aunque quedaba uno libre. El de Harry, ¿Cómo le iría? Buf, a saber.
Me pasé callado todo el camino, pensando en mis cosas. Más bien amor, todos los del grupo ya tenían novia, o casi. ¿Y yo? Saqué un pequeño espejo de mi mochila y me miré en él. “Eres precioso, Zayn, ya encontrarás a alguien”. Volví a guardar el espejo y me puse a mirar por la ventana. El viaje en coche se me pasó más bien volando.
Al llegar al aeropuerto nos pasó lo mismo. Vinieron dos o tres guardias de seguridad y pusieron orden con las fans. Era agotador, pero me gustaba.
Salimos del coche y entramos en el aeropuerto. Fuimos a chequear las maletas y a poner todos lo papeles en orden. Rato después llegaron Harry y María. Nosotros habíamos tenido que recoger toda la ropa de Harry y demás, ya que él no estaba. Llevaba la misma ropa de ayer. Yo me había encargado de coger y meter ropa para hoy en una bolsa para ahora cuando llegase, fuese al baño y se la pusiera.
-Toma Harry –dije- Es ropa, para que te la pongas ahora.
-Gracias Zayn –Sonrió y miró a María, maría asintió- Ahora vuelvo, vamos.
Ella acompañó a Harry. Desaparecieron entré la multitud de personas que había. Preferí pensar que era para que Harry no fuese solo en vez de pensar algo peor.
Estuvimos esperándolos durante un buen rato hasta que decidieron aparecer. Venían los dos sonrientes, pero a la vez se les notaba mal. Aunque, la verdad, no sabía ni que pensar. Hoy no tenía ganas de nada.
-¿Vamos ya…? –dijo Niall.
-Si, tenemos que embarcar ya –contestó Liam.
-Pues vamos ya, por favor, antes de que sea peor –dijo Niall de nuevo.
Empezamos a caminar hacía la puerta de embarque. Cuando llegamos las chicas se despidieron de nosotros uno a uno. Le tocó el turno de Lola con Niall. Que cómico. Se abrazaron y, en serio, parecía eterno. Louis tuvo que darle un codazo en la espalda a Niall para que soltara a Lola. Después tocó el turno de Harry y María. Éste fue más romántico. No lo vio nadie, excepto yo. Se apartaron más de la gente. María cogió de la mano a Harry y le abrazó fuerte. Lloró. Harry se dio cuenta y secó las lágrimas con sus dedos. Seguidamente María besó rápido a Harry y miró hacía los lados. Harry rió y vinieron hacía donde estábamos, yo disimulé y miré para los otros chicos. Después entramos por la puerta de embarque. Todos miramos para atrás despidiéndonos de ellas. Acto seguido, ya no las veíamos. No las veríamos dentro de unas semanas, o incluso meses. Quien sabe.
Estuvimos esperando unos diez minutos esperando para subir a primera clase.
-GET OUT OFF MY KITCHEN! –Dijo alguien.
-VAS HAPPENIN’? –Le respondió la amiga.
Giré la cabeza y vi a esas dos chicas. Estaban diciendo cosas que decíamos nosotros. Me hizo bastante gracia. Me acerqué a ellas.
-Hola –dije sonriente.
-¡DIOS! –dijo la segunda chica- ¡Zayn! ¡Hola!
-¡Hola Zayn!
-¿Qué tal estáis? –dije riéndome- ¿Queréis un autógrafo?
-¡Por favor! –Dijo la segunda chica- Me llamo Sophie, fírmame aquí –me enseñó una libreta- ¿te sacas una foto conmigo?
-Claro –dije firmándole y, seguidamente posando para una foto- os escuché antes, pensé que erais Directioners. ¿no es así?
-Exacto –dijo la primera chica- Por cierto, soy Fer –dijo sonriendo.
-Encantado –dije firmándole también otra libreta que me dio- Ya sabéis como me llamo –reí.
-Si –dijeron ambas a la vez riéndose.
-Por lo que veo vamos en el mismo avión. –dije.
-Es verdad –Dijo Sophie.
-Bueno, tengo que irme. ¡Si queréis pasaros por nuestra zona decirle a la seguridad que os lo dije yo, que me pregunten! Y así conocéis a los demás –dije yéndome- hasta luego.
(Contado por María)
Cuando nos despedimos de los chicos. Y yo de Harry, él me dijo que un coche nos estaría esperando en la puerta del aeropuerto para llevarnos a mi casa. Hoy Lola se quedaría a dormir en mi casa, queríamos estar juntas y hablar de todo lo que nos había pasado. ¿En serio que nos había pasado? No lo sé. Aunque a mi me había salido genial todo.
Llegamos a la puerta del aeropuerto y nos montamos en el coche que nos estaba esperando.
El coche era negro y grande, demasiado espacioso para dos personas. Tenía dos asientos delanteros, con el tapiz gris, y seis asientos traseros del mismo color. Nos sentamos en los tres últimos de atrás. Le dijimos al chofer donde teníamos que ir y arrancó el motor. Empezamos a alejarnos del aeropuerto. Lejos de ellos. No los veríamos más hasta dentro de no se cuando.
Me entraron ganas de llorar así que saqué un tema de conversación.
-¿Qué tal te ha ido todo? –sonreí falsamente.
-¡Genial, tía! ¡Lo amo! –Rió. A ella se le veía feliz- ¿Y a ti?
-Bien –sonreí de nuevo- ¿Estas saliendo con él?
-No, no del todo. Tenemos algo, pero aún no. –sonrió.
-Me alegro…
Nos pasamos el resto del camino en silencio. Estuve mirando por la ventana casi todo el camino, al igual que Lola.
Llegamos hasta su casa. Ella salió del coche y subió a por su bolsa de la ropa. Después regresó al coche y fuimos para mi casa.
De repente, en la radio del coche sonó “One thing”. Miré a Lola, no pude evitar llorar al recordar a Harry y a los chicos. ¿Por qué se habían tenido que ir? No quería.
“Get out, get out, get out of my head, and fall into my arms instead
I don’t, I don’t, don’t know what it is… but I need that one thing,
Yeah, you’ve got that one thing”
Harry. Niall. Zayn. Louis. Liam. Lola. Yo.
Harry. Niall. Lola. Yo.
Niall. Lola.
Harry. Yo.
Ya lo echaba de menos. Los echabamos de menos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario